viernes, enero 14, 2005

Lidia: Llorando en la calle borracha a las 215 de la mĂĄĂąana.

"Eto dejĂł morir a Juan"
"DejĂł morir a Juan"
Tras todo este tiempo aquel dĂ­a se recrea en mis recuerdos adornado por un mensaje de un nĂşmero desconocido.
Mi pelea con Juan porque en sus ojos veĂ­a que deseaba a otra.
El accidente, borracho con el coche, en medio de ninguna parte en el que Juan murio.
3 aĂąos culpĂĄndome por aquello, atesorando mi dolor como Ăşnico lazo que me unĂ­a al recuerdo de lo que un dĂ­a fue mi relaciĂłn con Juan.
RecreĂĄndome en el dolor. Buscando sufrir. Un eterno penitente por una causa que ahora me es arrancada. Todo el dolor que he sentido, todas las lĂĄgrimas, la estructura que tomĂł mi vida entorno a esa colecciĂłn de pequeĂąos castigos autoimpuestos que ha forjado mis dĂ­as. Todo ahora sin sentido. Me siento vacĂ­a.

Eto: 215. En la barra del terminal con una cerveza. Observando.

En 1921 Pirandello presenta su "6 personajes en busca de autor" Rompe la estructura de vision integrando a los personajes con los expectadores en una bĂşsqueda de las identidades otorgadas.
Me siento asĂ­.
El mundo que he creado, el gabinete que me rodea eran obras en sĂ­ mismas sin un fin. Eran posibilidad, historias sin rumbo de las que me he sabido aprovechar.
He hecho eso, me he aprovechado de ellos.
PodrĂ­a justificarme presentando una relaciĂłn simbiĂłtica en la que cada uno obtiene lo que necesita, ellos reconocimiento, entorno y ayuda ( cuando lo considero oportuno) y yo historias que suplan mi falta de implicaciĂłn en el mundo que me rodea. Colecciono historias agenas. Momentos, destellos de vidas que me acompaĂąan y lĂĄgrimas.
De eso sĂ­ que he sabido siempre rodearme.

No me voy a justificar. Para quĂŠ, si a mi no me importa.
Cada dĂ­a de los Ăşltimos 3 aĂąos atesorando personalidades obsesivas volcadas en colecciones etereas.
3 aĂąos.
Desde aquel dĂ­a en que reconocĂ­ mi necesidad. Mi obsesiĂłn. Mi colecciĂłn.
Desde la muerte de Juan.
El hecho de sea hoy el aniversario, el dĂ­a elegido para un cierre no corresponde a ninguna deuda que saldar, a ningĂşn remordimiento o destello de nostalgia.
No.
Es un cierre teatral.
Me encanta.
Mikel me hace un gesto. EstĂĄn todos, cuando llegue Rakel comenzarĂĄ el Show.

Rakel: La gran Ladrona camino del Terminal a las 215 de la maĂąana

Bien sabĂ­as que todos tenemos un precio Eto. El mĂ­o era el deseo de los demĂĄs, esa mirada de lascibia y pasiĂłn que robaba a las personas cuando jugaba con ellas, cuando me acercaba, dejaba caer mi aliento sobre cuellos ingenuos sonreĂ­a y bailaba. ObtenĂ­a una mirada, el Ăşltimo destello de deseo de alguien.
"Miralo, reten esta imagen porque pasarĂĄ de su futuro a tu memoria. Esa mirada no se va a repetir, esos ojos fijos en tu piel cubiertos de una angustia por el inminente rechazo tardarĂĄn en volver a fijarse en nadie de la misma forma. Atesora este momento, tu Rakel, robas las miradas a la gente, aprende a disfrutarlo, vive del deseo ageno, asume tu papel"
Esa forma de hablar, segura, agresiva, como si lo hubieramos pactado todo y me dieras las directrices, como si me hubieras follado y me dieras una propina, como si aun te debiera algo.
Te odio Eto, te odio porque me hiciste consciente del poder que ejercĂ­a sobre las personas y me implantaste una necesidad de demostrarlo. De robar miradas, de ampliar mi colecciĂłn de deseos.
Para ti era unicamente esto, Âż Verdad? engancharme a una colecciĂłn, crearme una necesidad fĂ­sica para que no te faltaran historias que contar. Ese era tu papel, coleccionabas nuestras vidas, nuestras obsesiones, eras el narrador omnisciente que arrancaba del olvido nuestros momentos. Porque era en plural, Eto, juegas con las vidas de tantos y no hemos querido verlo. Nos forzamos por salir en tu libro y ni siquiera lo hemos leĂ­do. Âż Realmente lo escribes? Todos tenemos un precio Eto, algo que nos llevarĂĄ a seguir. No sĂŠ porquĂŠ tuviste que ponerlo tu, no se porque tuvo que gustarme.
Pero hoy el precio ha cambiado. Hoy mi precio es verte caer. DisfrutarĂŠ Eto. DisfrutarĂŠ arrancandote la mirada de deseo, angustia, rabia, dolor y cuando lo haga te contarĂŠ un porquĂŠ.

Pero lo sabes, Âżverdad?

jueves, enero 13, 2005

El ruido de fondo en Terminal. A la entrada de Eto, a las 2.

Hoy Eto se fijarĂĄ en mi.
Voy a desbancar a esa ramera.
La tia se repite, Eto lo sabe y me subirĂĄ a mĂ­. Me dijo que tenĂ­a potencial.
Con lo atun que vas te mereces un pĂĄrrafo, espera que Eto te vea.
Cada vez somos mĂĄs. Eto estarĂĄ contento.
Te odio y vas a caer

Lidia - emborrachandose en la calle a las 2 de la maĂąana

Te odio Eto, te odio por volver a mi tras todo este tiempo. Te odio porque lo sabĂ­as todo y no me lo dijiste. Te odio por haber traido a Rakel. Te odio. Porque Juan murio por tu culpa porque confiaba en tĂ­ y tu querĂ­as otra cosa.
Te odio porque has aparecido cuando estaba aprendiendo a olvidar. Porque me has arrancado otra vez el deseo y la ilusiĂłn.
Me han escrito un mensaje, tras 3 aĂąos.
"El Narrador quiere un favor de sus peones. 3 en el Termi. Yo te comtarĂŠ como Eto dejĂł morir a Juan, y podrĂĄs ver. Besos llorona"
Voy a derribarte de ese puto pedestal Eto. A ti y a esa zorra que va a tu lado. Eras amigo mĂ­o. ÂżPor quĂŠ tuviste que cambiar?

Eto - 2 de la maĂąana, entrando al Terminal

Esta noche todo acaba. Un montĂłn de peones dispuestos a arrancarme el trono. Ostigados, lanzados contra mi, cargados de odio, por mi propia mano.

"y para que todo sea consumado, para aplacar mi vanidad, me queda que el dĂ­a de mi ejecuciĂłn haya muchos asistentes y me reciban todos con gritos de odio"

Me odio.Me odio por lo que he creado, por venderme asĂ­ a mi obsesiĂłn, por pagar los precios que yo me marque y por haber olvidado lo que era el sentir de una forma sincera y por eso debo desaparecer, debo forzar mi caĂ­da. Tienen que dejar de creer en mĂ­. Mis acĂłlitos han de verme dĂŠbil, traidor a los principios que yo establecĂ­, yo fingirĂŠ temor, rogarĂŠ un poco y alguna de esas hienas subirĂĄ los escalones de mi viejo trono y me desterrarĂĄ de las pĂĄginas de mi historia.
Yo descansarĂŠ. Pero antes he de undir a Rakel, a mi gran obra. Arrancar mi Ăşltimo reflejo de entre el gabinete. La vieja escuela ha de caer.

Rakel- 2 de la maĂąana, en su cuarto

Voy a destronarte Narrador. Esta noche todo acaba, lo mereces, por hacerme a tu imagen. Me odio. Me odio, porque me creaste a los pies de tu trono, te odio porque no me dejas levantarme y tomar mi lugar de Reina Blanca, porque me usas, porque unicamente siento cuando dejas plasmado un reflejo mio en tu libreta, te odio por eso, porque me gusta verme en tu agenda y para ello he roto todo y no me quedan mĂĄs que tus juegos.