jueves, enero 13, 2005

Eto - 2 de la maĂąana, entrando al Terminal

Esta noche todo acaba. Un montĂłn de peones dispuestos a arrancarme el trono. Ostigados, lanzados contra mi, cargados de odio, por mi propia mano.

"y para que todo sea consumado, para aplacar mi vanidad, me queda que el dĂ­a de mi ejecuciĂłn haya muchos asistentes y me reciban todos con gritos de odio"

Me odio.Me odio por lo que he creado, por venderme asĂ­ a mi obsesiĂłn, por pagar los precios que yo me marque y por haber olvidado lo que era el sentir de una forma sincera y por eso debo desaparecer, debo forzar mi caĂ­da. Tienen que dejar de creer en mĂ­. Mis acĂłlitos han de verme dĂŠbil, traidor a los principios que yo establecĂ­, yo fingirĂŠ temor, rogarĂŠ un poco y alguna de esas hienas subirĂĄ los escalones de mi viejo trono y me desterrarĂĄ de las pĂĄginas de mi historia.
Yo descansarĂŠ. Pero antes he de undir a Rakel, a mi gran obra. Arrancar mi Ăşltimo reflejo de entre el gabinete. La vieja escuela ha de caer.