Eto: Sara
Rakel me sonrĂe. El tramposo la apoya y ella se siente fuerte. Le queda mejor esa pose agresiva que la de vicio desmesurado.Sentimientos reales cuentan historias mĂĄs completas y a estas alturas, todo lo que parezca minimamente real o veraz es algo que alabar; y digo alabar y no atesorar, porque al acabar esta noche no va a quedar nada que me quiera llevar conmigo.
Mi Ăşltima vĂctima: Yo.
La historia evoluciona de una forma curiosa. Hoy para acabar con el "coleccionista de historias" hay que mover mil peones, inventarse personas, destrozar a tus Ăşltimos amigos y jugarse los huevos en una puta noche en la que todo puede salir mal, cuando hace ya mĂĄs de 3 aĂąos me costĂł 4 palabras destrozar a la que por aquel entonces era mi mayor rival, Sara. QuĂŠ forma de desperdiciar potencial. La gente iba a contarle los problemas, todo lujo de detalles entregados a una persona cuya sensibilidad femenina le llevaba a dar buenos consejos que provocaban finales felices y carentes de todo el potencial que ella criticaba, yo buscara tanto.
Ella podrĂa haber sido mi gran obra, aunque no le gustaba el plan que yo estaba siguiendo, creĂa en las personas y no le gustaba el precio que les obligaba a pagar. Si le hubiera pedido que se embarcara conmigo en el gabinete lo hubiera hecho, pero para quĂŠ. TenĂa que alejarla. TenĂa que conseguir que dejara de quererme para siempre.
Y lo hice.
ForcĂŠ que me dejara, ayudĂŠ a que pudiera hacerlo, la volvĂ a seducir y cuando se me entregĂł la abandonĂŠ en el peor momento posible.
He sido un cabrĂłn, sĂ, pero la salvĂŠ de convertirse en alguiĂŠn como yo.
Aunque no lo hice por amistad o un desbocado instinto salvador. no. Lo hice porque podĂa.
Y como pude desligarme me recreĂŠ en mandarle capuyos continuamente que la sedujeran para luego undirla.
"tio estoy fisicamente cansado, he tenido que cabar muy hondo"
Me dijo el Ăşltimo que se fue a putear a la chica a la que un dĂa dije "te quiero"
Mi Ăşltima vĂctima: Yo.
La historia evoluciona de una forma curiosa. Hoy para acabar con el "coleccionista de historias" hay que mover mil peones, inventarse personas, destrozar a tus Ăşltimos amigos y jugarse los huevos en una puta noche en la que todo puede salir mal, cuando hace ya mĂĄs de 3 aĂąos me costĂł 4 palabras destrozar a la que por aquel entonces era mi mayor rival, Sara. QuĂŠ forma de desperdiciar potencial. La gente iba a contarle los problemas, todo lujo de detalles entregados a una persona cuya sensibilidad femenina le llevaba a dar buenos consejos que provocaban finales felices y carentes de todo el potencial que ella criticaba, yo buscara tanto.
Ella podrĂa haber sido mi gran obra, aunque no le gustaba el plan que yo estaba siguiendo, creĂa en las personas y no le gustaba el precio que les obligaba a pagar. Si le hubiera pedido que se embarcara conmigo en el gabinete lo hubiera hecho, pero para quĂŠ. TenĂa que alejarla. TenĂa que conseguir que dejara de quererme para siempre.
Y lo hice.
ForcĂŠ que me dejara, ayudĂŠ a que pudiera hacerlo, la volvĂ a seducir y cuando se me entregĂł la abandonĂŠ en el peor momento posible.
He sido un cabrĂłn, sĂ, pero la salvĂŠ de convertirse en alguiĂŠn como yo.
Aunque no lo hice por amistad o un desbocado instinto salvador. no. Lo hice porque podĂa.
Y como pude desligarme me recreĂŠ en mandarle capuyos continuamente que la sedujeran para luego undirla.
"tio estoy fisicamente cansado, he tenido que cabar muy hondo"
Me dijo el Ăşltimo que se fue a putear a la chica a la que un dĂa dije "te quiero"
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